UNA TARDE EN BUENAVENTURA: EL NAUFRAGIO DEL BUQUE LA TRITONIA
- Daniel Laverde Leon
- 5 jun 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 15 jun 2020
El 28 de febrero de 1829, el buque británico de vapor la “Tritonia”, un barco de carga, clasificado como un Carguero Estándar Clase B de la Primera Guerra Mundial de 8.000 toneladas propiedad de la compañía Donaldson Line y que iba con destino al Callao, se hundió a una milla del Puerto de Buenaventura, cuando su cargamento, compuesto por 5000 toneladas de mercancías de las cuales 953 iban con destino a comerciantes del interior, pero también con 200 toneladas de dinamita, 2.200 cuñetas de pólvora, 16 cajas de fulminantes eléctricos, 65 de fulminantes comunes y 34 cajas de mechas explotó debido a un incendio (Gonzales, 1985 en del Cairo, 2014).

El Tritonia había estado anclado en el puerto de la ciudad, pero a las 3 de la tarde, mientras desembarcaban mercancías se inició un fuego al interior de la embarcación, debajo del puente, en el compartimento posterior de la bodega donde iba la carga explosiva. Al ver que el fuego no cedía el Capitán James White se puso en contacto con tierra para advertir el peligro, a fin de que se tomaran precauciones en el puerto, y la propia ciudad.
Mientras tanto, en tierra se tomaron medidas de emergencia y los habitantes de los barrios contiguos al puerto y cercanos a la costa abandonaron sus viviendas. A tan solo cincuenta minutos de haberse iniciado el incendio el Capitán White dio orden a la tripulación de saltar a tierra ante la inminente explosión. Los oficiales obligaron casi a la fuerza, a bajar al Capitán White al bote salvavidas, además los ingenieros de abordo y oficiales Andrew Johnson y William Hall se ofrecieron después de dejar a los demás miembros de la tripulación en tierra, para volver a la nave y efectuar las acciones para hundir el barco y así contener la explosión (Roberto, 2011)

La explosión lanzó por las nubes mástiles, winches, plumas, el puente de mando, las lanchas de salvamento y en general todo lo instalado o colocado en la cubierta, al igual que la mercancía abundante y variada, buena parte de la cual quedo esparcida sobre la playa. Al otro día la extensa playa apareció cubierta de peces muertos, latas apachurradas y el pie de unos de los oficiales. Tres días después de la catástrofe el vapor Garfield recupero el cuerpo del ingeniero Hall (Lozano, 2011, p. 71 en del Cairo, 2014).
Tiempo después, el alcalde de Buenaventura, Antonio Rivera por medio del acuerdo Nº 9 de abril 10 de 1929 se dispuso un monumento conmemorativo del acto heroico para los dos oficiales navales a un costo de 500 pesos oro legal para la obra (Lozano, 2008). Solo hasta 83 años después del incidente la Armada Nacional de Colombia construirían una placa que conmemoran el suceso,el monumento representa el agradecimiento, respeto y admiración de Buenaventura y los tripulantes de la Armada Nacional en el Pacifico les tienen a quienes ofrendaron su vida y bienestar por una región tan lejana de su patria (Del Cairo, 2014: Pág. 89).
Que llegue al pueblo ingles nuestra expresión de gratitud y de hermandad con el recuero de estos valerosos héroes de ejemplo universal consagrados al prójimo

REFERENCIAS:
Gonzales P, J. (1985) El Heroísmo de dos ingleses. Como se salvó Buenaventura. En: El Tiempo.
Lozano B, Roberto. (2011). Crónicas de Buenaventura. Buenaventura. Gobernación del Valle del Cauca.
Del Cairo, C. (2014). Informe final: Prospección arqueológica y plan de manejo arqueologico para los Estudios técnicos para el tendido del sistema del cable en el Puerto de Buenaventura,Valle del Cauca. Instituto Colombiano de Antropología e Historia
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